miércoles, 11 de mayo de 2016
CAPITULO 57
Es tarde por la noche y Paula está en el baño preparándose para salir a cenar.
Estoy en el sillón y oigo vibrar su teléfono, pero se detiene antes de que sea capaz de tomarlo. Miro la pantalla y veo una llamada perdida de Fernando Phillips. ¿Quién demonios es él?
Podría ser cualquiera. Un pariente. Un amigo. Un novio.
Quiero saber, pero no me atrevo a preguntar porque temo saber la respuesta.
Paula entra a la sala y deslizo su celular en mi bolsillo. No quiero que sepa que vi la llamada de ese hombre; esta noche no es el momento de tener esa conversación.
Ella ha tomado un montón de sol mientras hemos estado aquí y su piel está dorada contra el vestido color crema. Me hace feliz verla usando su regalo de cumpleaños, y estiro la mano para tocarlo donde descansa contra su cuello.
—Esto luce perfecto en ti.
Ella sonríe a la vez que estira la mano para tocarlo.
—Es hermoso y lo amo. Gracias de nuevo.
—Tú eres más hermosa. Y de nada.
La llevo a un restaurante italiano donde he comido antes cuando he estado en la ciudad por negocios. La comida es excelente y es el último lugar donde esperaría ser abordado por un grupo de desviados sexuales. Al menos eso espero.
Mi puño no está listo para ser utilizado de nuevo tan pronto.
Le dije a Paula que estaba bien, pero mentí. Todavía duele como el infierno.
—Estás inusualmente callado. ¿Qué sucede en esa cabeza suya, Sr. Henry?
Estoy pensando en cosas que es mejor dejar solas. Sé que ella sólo ha estado con otro hombre. ¿Será Fernando Phillips? No saberlo me está matando. ¿Es él quien la lastimó? No puedo sacarlo de mi mente, así que decido que hay otras maneras de preguntarle por él sin preguntarle.
—Estaba pensando en cómo una mujer hermosa como tú debe salir a muchas citas.
Ella sonríe y la luz de las velas ilumina sus altos pómulos.
—Así es. He tenido una cita con un hombre extremadamente apuesto casi cada día por las pasadas seis semanas.
Ella está evadiendo la pregunta real.
—No, quiero decir antes de que vinieras aquí.
Se encoge de hombros mientras mira su plato.
—No mucho.
—¿Qué hay de una relación seria?
Su cabeza oscila de lado a lado.
—No realmente.
No creo que me esté mintiendo, pero encuentro difícil de creer que alguien tan deseable nunca haya estado en una relación.
—¿Nunca has tenido un novio?
Ella se remueve en su asiento. La estoy poniendo incomoda, así que hay suficiente que no me está diciendo.
—Tuve algo una vez, pero novio no se siente como la palabra indicada para lo que él fue para mí.
—¿Fue serio? —¿Fue Fernando Phillips?
Ella está empujando su comida por el plato y creo que la he molestado.
Maldición.
—Pensé que lo era en su momento, pero teníamos diferentes opiniones.
—Oh. —¿Eso significa que él la dejó? ¿Aún lo quería?
—¿Qué pasa con todas las preguntas?
—Nada. Sólo estaba haciendo conversación. —Está siendo vaga, lo que me causa sospechas. Mis instintos me dicen que hay mucha más es esta historia. No es una mujer que haya tenido una relación seria unilateral, pero decido dejarlo por ahora, dejarlo abierto como un tema al que podría querer regresar después.
Parece que ambos tenemos secretos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario