domingo, 29 de mayo de 2016
CAPITULO 118
Cuando estamos de vuelta en la habitación, Paula toma una bolsa de la parte superior del armario y me dice que me siente en la silla en la sala a esperar mientras se cambia.
Parece estar tomándose un largo tiempo.
—¿Todo bien ahí?
—Sí. Sólo dame un minuto. Esto es más complicado de lo que pensaba.
Hmm... eso suena interesante.
Ella abre la puerta unos centímetros y se asoma por la rendija.
—Cierra los ojos.
Amo cuando me hace hacer eso. Eso significa que esto va a ser condenadamente fantástico.
—De acuerdo. Están cerrados.
Oigo el comienzo lento y seductor de una música que no conozco y ella me dice que puedo abrir los ojos. Estoy un poco más que sorprendido de verla de pie frente a mí vestida con su conjunto más sexy hasta ahora; un traje negro y rojo de showgirl.
—¡Mierda! Luces tan condenadamente bien en eso, nena.
—Me alegro de que te guste.
—Oh, es mucho más que simplemente gustarme.
Ella comienza a moverse con la música.
—No tengo mi caño, así que tendré que improvisar.
Pongo la mano en la entrepierna de mi pantalón.
—Sólo hay sólo un poste que cuenta y lo tengo justo aquí.
—Esa boca tuya...
—Amas esta boca mía y todo lo que hace para que acabes.
Se levanta el cabello del cuello y se muerde el labio inferior mientras dobla las rodillas, meciendo las caderas.
—Sí, así es.
Me da la espalda y balancea lentamente el trasero de un lado a lado frente a mi rostro. Las plumas que forman la falda hacen que ésta oscile de ida y vuelta, y pienso en lo que voy a hacerle culo cuando la saque de ese disfraz. Ella no lo sabe, o quizás sí, cómo me mata verla lucir tan sexy sin poder abalanzarme sobre ella.
—Háblame sucio —ronronea.
Eso no será un problema.
—Estoy tan condenadamente duro por ti en este momento. Cuando te saque de ese traje, te voy a inclinar hacia adelante y te voy a follar por detrás porque eres una chica sucia y sé que lo amas.
Ella se inclina sobre la cintura y sacude su culo en mi cara.
—Mmm, hmm. Amo cuando me lo haces así.
¡Oh, demonios! Ni siquiera me ha tocado y creo que podría estar cerca de soltar mi carga con sólo escucharla hablar sucio.
—Ven aquí y dame un lapdance.
Hace su camino hacia mí moviéndose y se sienta en mi regazo con las piernas muy separadas. Frota ligeramente su trasero de ida y vuelta contra mi erección y luego se inclina más cerca hasta que su espalda está contra mi pecho. Deja caer la cabeza hacia atrás y mi boca se cierne sobre su oreja. Mordisqueo su lóbulo y ella gime.
—Di otra cosa sucia.
Chupo su lóbulo de la oreja y luego lo libero mientras muevo las manos hacia sus orgullosos pechos elevados en su bustier. No sé de dónde viene, pero de repente siento esta intensa emoción apoderarse de mí, y no es lujuria. Es amor.
Y eso me pone valiente.
Siento mi corazón acelerarse mientras me preparo para decir las palabras que acaban de venir a mi mente. Tomo su rostro y lo vuelvo para que me pueda ver por encima de su hombro.
—Cásate conmigo.
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Qué lindooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!! Lo tomará en serio Pau??? Ojalá que sí
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