sábado, 21 de mayo de 2016

CAPITULO 90






Despierto por el sonido de un golpe en la puerta de mi habitación. Aldana lentamente la abre.


―¿Estás despierta?


―Seh ―miento mientras me levanto para sentarme. Anoche fue una mala para mí. Di vueltas en la cama la mayor parte de la noche, pensando en Pedro Henry. No había forma que hubiera estado dormida por más que un par de horas, pero no quiero que Aldana se sienta mal por despertarme―. ¿Qué pasa? ―Se acerca y se sienta en el borde de la cama.


―Nunca fui a dormir anoche.


Mis lentes de contacto están fuera así que luce difuminada, pero puedo ver la expresión inquieta en su rostro.


―¿Estás preocupada por la audición?


―De ninguna manera. No podría importar menos sobre eso. Es Zac. No puedo dejar de pensar en nosotros y lo mucho que quiero volver.


No puedo creerle. Si lo ama de la forma que dice, no debería quedarse aquí y dejarlo deslizarse fuera.


―Entonces hazlo. Deja de ser miserable y ve.


―¿En verdad crees que debería?


No debería dudar.


―Absolutamente. Lo amas y eso no va a desaparecer. ―Sé mucho de eso por experiencia.


Ella se estira por mi mano y la aprieta.


―Voy a hacerlo, pero quiero que vayas a esa audición en mi lugar.


¿Se ha vuelto loca? Esa no es la forma en que las cosas están hechas en la industria de la música. No tengo que decidir sí iré en su lugar.


―No puedo presentarme para tu audición.


―Sí, puedes. Levántate y vístete. Tienes una hora.


―No. No. No, puedo hacer eso. ―¿Puedo?


―Están esperando un vocalista mujer. Eso es lo que eres, y una genial. No les importarán los detalles después que te escuchen cantar. Y es de hecho una situación muy perfecta, si piensas en ella. Ellos necesitan una cantante que pueda tocar la guitarra. Tú necesitas un trabajo. Problema resuelto.


Han pasado dos semanas desde que canté o toqué.


—No he ensayado.


—Escoge algo conocido como… “What Hurt the Most”. Has estado presentado esa canción más tiempo del que nos hemos conocido la una a la otra. Es una de tus mejores y puedes hacer un home run sin siquiera calentar.


Tiene razón. Siempre fue una de mis mejores presentaciones. Podría funcionar.


¡Gah! ¿Realmente estoy considerando esto?


—Ambas sabemos que esta acrobacia es una locura. Incluso si les gustara mi voz, esto es poco profesional. Y desesperado. Me dirán que me largue.


—Iré contigo. Actuaremos como si estuviera allí por la audición y tú estás ahí para apoyarme. Intercambiaremos lugares en el último minuto.


Lo hace sonar tan fácil, y tan difícil decir que no.


—Voy a hacerlo. ¿Qué tengo que perder en este punto?



—Nada.


Tiene razón. Cuando no tienes nada, hay casi muy poco para que pierdas.


—Tengo que alistarme.


No hay comentarios:

Publicar un comentario