domingo, 24 de abril de 2016
CAPITULO 2
Es el momento en que Aldana me da un codazo cuando nuestro vuelo se está preparando para aterrizar.
—Pau. Despierta. Finalmente estamos aquí.
Me reacomodo en el asiento y sacudo mi largo cabello castaño. Me veo horrible cuando está plano y estoy segura que está tirado contra mi cabeza después de mi siesta.
No pude haber dormido más de cuarenta minutos, pero le doy la bienvenida a la total sensación de recarga que trae, excepto por mi boca. La combinación del aliento bucal, beber cerveza y la falta de higiene oral durante nuestros viajes ha dejado apestando las cosas. No quiero conocer al hermano de Aldana por primera vez y tenerlo preguntando dónde termina mi cara.
—Necesito algunos chicles. ¿Traes alguno contigo?
Aldana alcanza dentro de su bolso y tiende un paquete verde lima en mi dirección.
—¿Doublemint funciona para ti?
Tomo dos piezas porque estoy bastante segura de que van a ser necesarios dos disparos de Doublemint para hacer el trabajo.
—Gracias.
Salimos del puente del jet con nuestro equipaje de mano y veo a dos tipos muy bien parecidos parados en la terminal observando a los pasajeros desembarcando.
Reconozco a Benja tan pronto como lo veo. Podría identificarlo en una multitud en cualquier lugar, incluso si nunca hubiera visto su foto. No hay manera de perderlo; él es la perfecta versión masculina de Aldana. Su cabello rubio es más oscuro que el de ella (su cita mensual con la estilista ayuda a esos rayitos juguetones). Su piel olivácea presenta un contraste llamativo con su cabello claro.
Es impresionante, justo como su hermana, pero de una manera masculina. Es tan malo que no esté interesada en tener citas porque él es caliente.
Él pone su brazo alrededor de la cintura de su hermana y la aprieta mientras la levanta del piso y le da vueltas varias veces.
—No puedo creer que mi hermanita ha hecho todo este camino para verme. — Baja a su hermana al piso y me mira—. Y tú debes ser Pau.
—Ciertamente soy yo.
Aldana y yo hemos sido amigas desde que nos conocimos en nuestro año de novatos en Vanderbilt, pero mi camino siempre falló para cruzarse con el de Benja por una razón u otra. Ahora que nos estamos conociendo después de cuatro años, no estoy segura si debería extender mi mano o levantar mis brazos para un abrazo, así que espero por su pista.
Él va por un abrazo.
—Es bueno conocerte, Pau. He estado escuchando sobre ti por años, así que siento como que ya te conozco.
—Espero que mi mejor amiga no haya arruinado tu opinión sobre mí.
—Nunca. —Su sonrisa torcida hace resaltar uno de sus profundos hoyuelos. No es una sonrisa amistosa y agradable. Ya está coqueteando conmigo, así que me estoy preguntado qué podría haberle dicho mi buena compañera.
Aldana aclara su garganta.
—¿Vas a presentarnos a tu amigo?
La vibra que estoy consiguiendo de Benja me hace sentir incómoda, así que estoy feliz de cambiar mi enfoque de él a su camarada. Zac es alto con constitución atlética. Su cabello oscuro zumba cerca de su cuero cabelludo, excepto por su mechón en picos en la parte superior, y largas y negras pestañas en el marco de sus casi negros ojos. Está usando una camisa negra a la medida y diviso el tatuaje de arte tribal envolviéndose alrededor de su bícep. Todo su exterior grita problemas y eso significa una cosa: mi compañera amante-de-los-chicos-malos va a estar toda sobre él.
Él le ofrece una mano a Aldana primero.
—Mucho gusto en conocerte.
Oh, me desmayo. No soy de las que le gustan los chicos como él, pero podría escuchar su suave acento australiano todo el día.
Creo que oigo un suspiro de Aldana, y sé que está pensando la misma cosa.
—Es genial conocerte. Amo tu acento.
Me ofrece una mano, pero no su atención, que todavía pertenece a Aldana.
—Espero que su viaje haya sido placentero.
El viaje no fue ni un poco placentero, pero es grosero quejarse con alguien a quien se acaba de conocer. Aldana responde, así que no soy forzada a mentir ni a quejarme porque ella está entusiasmada en mantener la atención del Sr. Oscuro y Atractivo.
—Tuvimos un súper viaje.
—¿Ustedes, damas, se sienten con ánimos de ir a un club esta noche?
Me siento con ganas de ir a algún lugar, pero se le llama cama.
Aldana está bien descansada de su siesta en el avión, entonces seré una aguafiestas si me rehúso, nunca he sido etiquetada así, y no planeo empezar ahora.
—Soy como un conejito Energizer, lista para ir.
Dormiré cuando esté muerta, ¿verdad?
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